Autor: Roberto Maio Dosil
De Ponte a Ponte Polo Río Sarela es una de esas rutas que te sorprende, comienzas la ruta casi en pleno centro de Santiago de Compostela y en menos de 5 minutos te encuentras rodeado de un bosque mágico como salido de un cuento.
La ruta “De Ponte a Ponte Polo Río Sarela” nos llevará a través de un paseo fluvial que discurre entre árboles, puentes de madera y antiguas fábricas de curtidos, el río Sarela será una constante a lo largo de toda la ruta mientras lo vamos cruzando de un lado al otro y disfrutando de la vegetación típica de las riberas gallegas, con abedules, sauces, líquenes, musgo, etc.
La versión "larga" de la ruta puede extenderse hasta los 10 kilómetros de distancia, sin embargo el día que fuimos a hacerla encontramos que más allá de Ponte Sarela, el paso estaba cerrado por peligro de derrumbes, así que terminamos haciendo “la ruta corta” comenzando en el Puente del Carmen de Abajo (también conocido como Puente del Arzobispo) y finalizando en el Puente Sarela.
Puente del Carmen de Abajo:
Aquí es donde iniciamos la ruta, el también llamado Puente del Arzobispo será nuestro punto de partida y desde allí seguiremos el sendero que se aprecia a la izquierda de la fotografía, entre la iglesia y el río. Este Puente de doble pendiente fue construido en el año 1760.
La ruta está bien señalizada y el sendero se recorre sin ninguna dificultad.
Poco a poco nos iremos adentrando en el bosque y por momentos, a pesar de estar casi en el centro de Santiago, tendremos la sensación de estar en un bosque aislado.
Las pasarelas de madera se encuentran en excelente estado y constituyen un tremendo atractivo a la ruta, haciendo evidente la presencia del río a cada paso que damos.
En varios puntos de la ruta encontraremos pequeñas “playas” para que los perros se den un chapuzón.
Fábricas de Curtido:
A pesar de su corto recorrido, el Sarela sirvió de asiento a unas ocho fábricas de curtidos. Una de las antiguas fábricas de curtidos que nos encontraremos en la ruta data del año 1874 y estuvo activa hasta 1961.
Puente Sarela:
Aquí termina la ruta "corta" y tendremos que dar la vuelta para volver sobre nuestros pasos. Este puente constituía una de las entradas y salidas más importantes de la ciudad a finales del siglo XIX. Eventualmente acaba por perder utilidad tras la construcción de nuevas carreteras, sin embargo hoy en día se encuentra en el trazado del Camino de Finisterre.
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